sábado, 3 de diciembre de 2011

Lo que más nos gusta: los dulces

Seguimos en el nivel de los alimentos “menos saludables”. En este caso, nos centramos en los dulces, tan irresistibles a nuestro paladar.
El nacimiento de estos maravillosos productos se produce con el descubrimiento de la miel y, posteriormente, el azúcar

Imagen elaborada por Rita Muñoz
Las ventajas de estos alimentos son escasas, pero no está de más señalarlas. Cuando las personas dejan de comer durante varios días, si la ingesta primaria posterior es un dulce, este le proporciona energía al organismo. Además, es una fuente rica de hidratos de carbono. Aportan al organismo 4 calorías por gramo.

En otros tiempos, se creía que el azúcar y los dulces producían hiperactividad o agresividad, sin embargo varias investigaciones, como las realizadas en la escuela de medicina de Chicago, demuestran que esto no es cierto. Los hidratos de carbono, sobre todo los simples como el azúcar y alimentos que la contengan como los dulces, ayudan a disminuir la ansiedad y la tensión.

Es recomendable que los hidratos de carbono se encuentren solos y no mezclados con grasa o proteínas ya que su acción se verá retardada.

Sin embargo, las consecuencias se ven aumentadas con el abuso de estos “ricos” alimentos. Son una tentación para la gran mayoría de las personas, pero cuando más se consumen es en la niñez. Época en la que los padres utilizan los dulces como una recompensa, trasladando tal premio a una dieta diaria poco recomendable.

La elevada cantidad de dulces, ocasiona la aparición de caries, sobrepreso, posibilidad de diabetes, etc. pero, lo más importante, aumenta la probabilidad de deficiencias nutricionales.

No es necesario llevar una dieta a rajatabla para que sea saludable, pero tampoco es imprescindible abusar de los alimentos innecesarios para sobrevivir.

Rita Muñoz.

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